¿Cuáles son las causas de un brote psicótico? De un trastorno psiquiátrico al consumo de drogas

La Voz de la Salud

SALUD MENTAL

Cándido Conde-Pumpido, en una imagen de archivo.
Cándido Conde-Pumpido, en una imagen de archivo. José Ruiz | EUROPAPRESS

Este cuadro de síntomas, caracterizado por delirios y alucinaciones, preocupa a los especialistas por las secuelas que pueda dejar

07 may 2024 . Actualizado a las 14:10 h.

El abogado Cándido Conde-Pumpido Varela, hijo del presidente del Tribunal Constitucional, fue ingresado este lunes tras sufrir un brote psicótico en las puertas del grupo Mediaset, en Fuencarral (Madrid), y dar positivo en drogas, según confirmaron fuentes policiales a diferentes agencias de noticias. 

Conde-Pumpido, de 43 años, reclamaba unas imágenes privadas mientras hacía referencia a la Ley de Protección de Datos. Al hacer caso omiso a las peticiones de la seguridad privada del grupo mediático, que le pedían que abandonase el lugar, agentes de la Policía Nacional se personaron en las instalaciones de Telecinco. A la llegada de los agentes locales, se le practicó una prueba de drogas y dio positivo en el consumo de estupefacientes, según han señalado las citadas fuentes. La Policía inmovilizó su vehículo y los efectivos del Samur le atendieron, determinando su traslado al Hospital Ramón y Cajal, al considerar que sufría un «brote psicótico».

¿Qué es la psicosis?

La psicosis no define ninguna enfermedad, sino que es un conjunto de síntomas que se producen en dos esferas: en la percepción, mediante alucinaciones, y en el pensamiento, con delirios. «Digamos que, en general, supone una alteración de la comprensión de la realidad que conlleva todas estas alteraciones del pensamiento, del juicio, de la percepción e incluso de la propia identidad», explicaba Edorta Elizagarate, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Clínica, en este reportaje

Es habitual que se relacione con la esquizofrenia, pero puede estar causada por un amplio abanico de patologías y situaciones. La lista es larga de diagnósticos es larga: esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno de personalidad paranoide, trastorno delirante o paranoide, trastorno psicótico breve, trastorno esquizoafectivo, psicosis posparto, demencias o alzhéimer o depresión severa. Sin embargo, también es posible experimentar un brote psicótico sin que forme parte de ninguno de estos cuadros. Ejemplo son las psicosis tóxicas, que están relacionadas con el consumo de sustancias como la cocaína o incluso el alcohol. 

Drogas y psicosis

La ingesta de drogas tiene tres posibles efectos en el organismo, según recoge la guía Piensa, del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam). Puede excitar, relajar o alterar las percepciones. Algunas, como el alcohol o el cannabis, son capaces de producir varias reacciones según el tiempo de consumo, la dosis y la persona. «Por ejemplo, pueden empezar activando (provocando un “subidón”), seguir causando un “bajón” que se percibe como relajante e incluso provocar alucinaciones o sensaciones terroríficas de que te persiguen o de que te vas a volver loco (la popular “paranoia” que muchos describen)», detalla el documento. 

En las últimas dos décadas, los estudios que analizan las drogas disponibles —como el LSD, el cannabis, el tabaco o el alcohol— y su posible relación con la psicosis han observado un aumento del riesgo de desarrollar estos síntomas a medida que se incrementa la frecuencia de consumo y la dosis. «Los expertos estiman que entre un 8 y un 13 % de los casos de enfermedades graves como la esquizofrenia se asocian al consumo de cannabis durante la adolescencia», describe la guía.

La razón es que, durante esta etapa, el cerebro se encuentra en pleno desarrollo, lo que convierte a la población de este grupo de edad en alguien vulnerable. A su vez, las personas que tengan una predisposición genética al desarrollo de psicosis tendrían sumarían más probabilidades. 

¿Cuáles son los signos y los síntomas de la psicosis?

La manifestación clínica de la psicosis puede producirse de manera aislada, es decir, en un único episodio, o conjuntamente a otros trastornos de corta o larga duración. Así, lo más habitual es que padezcan delirios o tengan falsas creencias —como que otros intenten hacerles daño o que gente que sale en la televisión les envían mensajes especiales— y alucinaciones. En otras palabras, que vean y escuchen cosas que el resto no. 

«La persona tiene una percepción, a través de cualquiera de sus sentidos (vista, olfato, oído, tacto) que no se objetiva en la realidad. Puede ver personas, objetos y situaciones que no se están produciendo», señalaba Manuel Martín, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental en este artículo. Por su parte, los delirios, que se definen como trastornos del pensamiento, el paciente adquiere una serie de convicciones firmes «que no se corresponden con la realidad: pensar que padece una enfermedad grave o que su muerte es inminente, son algunos ejemplos», añadía el experto. 

En la psicosis también es habitual la desorganización del pensamiento, por lo que el afectado podrá comportarse de una manera inapropiada para la situación en la que se encuentra. «La persona normalmente tiene problemas en la memoria, el razonamiento. Son cuadros que provocan una dificultad para comprender los estímulos que se están produciendo alrededor y para responder adecuadamente a ellos. Y las consecuencias pueden ser graves», expresaba Martín. 

Eso sí, no todas las falsas creencias son de carácter negativo. En ocasiones, se han recogido episodios en los que el paciente ve la cara de sus seres queridos o escucha voces que le resultan reconfortantes. 

¿La psicosis se puede predecir?

Según los expertos consultados, y en ciertos cuadros esquizofrénicos, antes de que se inicie el cuadro de delirio estructurado, pueden dejarse ver ciertos síntomas premonitorios. «Empieza lo que nosotros llamamos como una sensación de extrañeza, de cambio de la propia identidad. Como si el mundo cambiara a nuestro alrededor», decía Elizagarate. Eso sí, la detección, al ser signos muy precoces, no es tarea fácil. 

Lo más habitual es que sea el propio entorno quien se percate de que algo está cambiando. «Otro tipo de síntomas están relacionados con el aislamiento, sobre todo cuando son personas jóvenes. Encerrarse en el cuarto, aislamiento, en definitiva, un cambio de conductas y aficiones, así como del comportamiento», indicaba el profesional de salud mental. 

¿Cuál es el tratamiento?

El abordaje principal se realiza con antipsicóticos, un grupo de medicamentos que ha demostrado una gran eficacia en los cuadros graves con delirios o alucinaciones. El problema, según Edorta Elizagarate, es que algunas psicosis son refractarias a estos fármacos. De hecho, para los expertos, el problema que más les preocupa son las secuelas. «Esa pérdida de función, estos cuadros negativos en los que el sujeto está sufriendo una pobreza del discurso, del propósito, con una alteración de la propia voluntad. Eso es lo que más perjudica a la hora del pronóstico», precisaba el doctor.