Los Juegos de Berlín
Los Juegos de Berlín
Cuando los atletas norteamericanos llegaron a Berlín, la ciudad parecía un decorado diseñado por Goebbels para mostrar al mundo la 'nueva Alemania'. Nada podía salir mal en aquel espectáculo de propaganda nazi que pretendía blanquear la imagen internacional del régimen, sobre todo en una de las disciplinas más prestigiosas de la época: la carrera de remo de ocho con timonel.
Los deportistas alemanes, que parecían héroes homéricos, se habían llevado el oro en las cinco pruebas anteriores, pero todavía quedaba el ocho, la favorita de Hitler. Y entonces llegaron ellos: nueve remeros de origen humilde, procedentes de la Universidad de Washington, que ya había sacado este deporte de las aguas elitistas de su país al conseguir ganar su puesto en las Olimpiadas a equipos de clases más privilegiadas.
El día de la prueba final les dieron el peor carril y el principal miembro de la tripulación compitió con una intensa fiebre, pero lo consiguieron: se impusieron a los alemanes y el Führer se marchó del canal de regatas de Grünau completamente hundido.
Y, aunque en Hollywood siempre se ha hablado más de la figura de Jesse Owens, el atleta estadounidense de origen afroamericano que ese mismo año consiguió hacer añicos las teorías de la supremacía blanca con sus cuatro medallas de oro, George Clooney ha querido rescatar ahora la gesta de los remeros en su película Remando como un solo hombre. Un momento ideal, a escasos tres meses de las Olimpiadas, para empaparse de épica deportiva en Amazon Prime.
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