El plan urbanístico del Agro de Lalín de Arriba, dos décadas y sin viviendas

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

LALÍN

miguel souto

El desarrollo de este privilegiado enclave sigue a la espera de un mejor momento económico, con solo tres chalés ejecutados y otro en obras

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Retrocedamos en el tiempo hasta el 2004, lejos aún de crisis económicas y en pleno bum del ladrillo. Hace dos décadas, un mes de abril como el actual, en Lalín se materializaba una de las acciones urbanísticas más relevantes junto con la de O Regueiriño. Desde el gobierno local se formulaba el plan de sectorización del Agro de Lalín de Arriba, que permitirá desarrollar y ordenar un espacio de 81.602 metros cuadrados. Una actuación sobre un área de la zona este del núcleo urbano, considerado como suelo rústico común de desarrollo en el PXOM.

Una ambiciosa iniciativa municipal para la expansión del casco urbano en un lugar estratégico. Terrenos ubicados en altura buena parte de ellos, bien comunicados con la circunvalación, con el colegio Manuel Rivero dentro de la propia área de sectorización y en las inmediaciones del actual centro de salud. La zona se procedió a urbanizar pero nada más lejos de conseguir los objetivos iniciales previstos.

En la actualidad, veinte años después de gestarse la sectorización del Agro de Lalín de Arriba, un paseo por sus calles y aceras ya invadidas de verde o incluso deteriorándose, ofrecen un panorama bien distinto al soñado. Solo hay tres viviendas unifamiliares en todo ese espacio y otra en construcción. Y sin visos de crecer en número a medio plazo.

Parón constructivo y coste del suelo, causas de la parálisis actual

¿Qué ha podido motivar que una zona interesante para vivir y con servicios no se haya desarrollado? Detrás puede haber causas diversas aunque la principal radica en el parón sufrido por la construcción en Lalín desde la primera crisis económica del 2008. Basta con constatar las estructuras de edificios sin rematar, otros cerrados y en manos de los bancos tras la quiebra de sus promotores. Algunas voces vinculadas al sector inmobiliario apuntan además a que los dueños de esos terrenos pueden estar pidiendo por su venta precios ajenos a la realidad actual, demasiados elevados. El incremento de los costes tampoco ayuda, junto con los salarios tirando a la congelación o la baja, para que surjan más viviendas unifamiliares. De los edificios previstos en el entorno del CEIP Manuel Rivero ya ni hablemos.