El PP asume el discurso contra la inmigración ilegal, que cobra peso en un apretado final de campaña

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago BARCELONA / LA VOZ

ESPAÑA

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, durante el acto de presentación de la candidatura del partido a las elecciones europeas, este jueves en Barcelona.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo, durante el acto de presentación de la candidatura del partido a las elecciones europeas, este jueves en Barcelona. Enric Fontcuberta | EFE

«Pido el voto a los que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios», afirmó Feijoo

10 may 2024 . Actualizado a las 08:16 h.

«Pido el voto a los que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios», dijo el martes en Cornellá el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo. El miércoles fue el portavoz popular, Borja Sémper, quien pidió «no mirar para otro lado» ante la inmigración ilegal que «acaba en delincuencia». El presidente andaluz, Moreno Bonilla, dijo que Feijoo había «puesto el dedo en la llaga». El candidato a la Generalitat, Alejandro Fernández, aseguró que sus palabras reflejan el sentir «de la inmensa mayoría de gente».

Así, uno tras otro, los dirigentes del PP han entrado en el debate sobre la inmigración ilegal, el elefante que nadie parecía ver en la habitación de la campaña catalana, pero que ha cobrado visibilidad en su apretado final.

El discurso de Feijoo tiene un predecesor en su partido: Xavier García Albiol, alcalde de Badalona, al que la oposición tachaba de ultraderechista. Albiol reforzó este jueves a su jefe de filas: «Estoy viendo a mucho fariseo indignándose por las referencias de Núñez Feijoo a los problemas de inseguridad y okupación ilegal en Cataluña. Alguno de los que critican me puede explicar qué razón tiene que el 43 % de las okupaciones en España se produzcan en Cataluña [...] ».

Pero más allá de Albiol, ese discurso estaba hasta ahora casi monopolizado por Vox, Aliança Catalana y algunos segmentos del nacionalismo. El propio Jordi Pujol afirmó en su día que la «identidad catalana» está «amenazada» por la «baja natalidad» y «tanta inmigración». 

La opinión de los ciudadanos

El asunto tiene capacidad de movilización. Un estudio de la consultora LLYC publicado antes de la campaña concluía que un 56 % de los electores catalanes rechazan que se promueva la inmigración para compensar la baja natalidad. Otro sondeo publicado en enero, elaborado por Metroscopia, indicaba que un 57 % consideraba «excesivo» el número de inmigrantes y un 58 % criticaba la política migratoria aplicada hasta ahora.

Ese contexto explica que el PP se haya posicionado, ya que hasta ahora, con la salvedad de Albiol, su postura era más difusa que la de Vox, su competidor electoral directo. El giro se produce además cuando las encuestas que se siguen publicando a través de medios extranjeros advierten de que el partido de Santiago Abascal resiste en Cataluña.

Los populares desligan su giro de la competencia directa con Vox y aseguran que no miran hacia otro lado ante «problemas reales». Mientras, los socialistas y las formaciones a su izquierda critican que hayan asumido el discurso de la «ultraderecha».