La unión de seminarios, estrategia de la iglesia frente a la crisis de vocaciones

Ramón Loureiro Calvo
ramón Loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL

Seminaristas en San Martín Pinario
Seminaristas en San Martín Pinario Sandra Alonso

El papa apuesta por la fórmula que se ha puesto en práctica en Santiago

16 may 2024 . Actualizado a las 13:54 h.

El encuentro mantenido el martes en Roma entre el papa Francisco y los obispos españoles ha vuelto a reabrir, en el seno de la Iglesia —y precisamente a instancias del pontífice—, el debate sobre la necesidad de hacer frente, con estrategias nuevas, a la crisis de vocaciones. Y, al mismo tiempo, ha venido a suscitar, también, la reapertura del diálogo sobre los grandes retos a los que se ha de enfrentar el sacerdocio en el siglo XXI. En el fondo de todo ello anida la convicción de que los sacerdotes necesitan estar hoy, más que nunca, en estrecho contacto con el mundo que los rodea. Algo que, en cualquier caso, parecen tener ya más que claro las diócesis de Santiago de Compostela y Mondoñedo-Ferrol, que son a quienes pertenecen, respectivamente, las parroquias del área sur y el área norte de la provincia coruñesa, y cuyos seminarios ya trabajan unidos.

Lo explica, y desde la primera línea de ese debate, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos: «Estuvimos con el papa el martes —dice el prelado—, convocados por él. El objetivo era dialogar sobre la formación de los futuros sacerdotes, y en el diálogo afloraron diferentes cuestiones, como la importancia de cuidar la formación humana, intelectual, espiritual y pastoral. Para eso —dice el prelado— se requiere de una comunidad de talla humana que facilite la relación de los candidatos al sacerdocio y el encuentro con otras personas que nos ayuden a crecer, a dialogar, a relativizar, a encontrarnos».

El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos (en primer término), durante el encuentro mantenido por los prelados españoles con el Papa.
El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos (en primer término), durante el encuentro mantenido por los prelados españoles con el Papa.

«En el encuentro —añade— se habló de la importancia de que podamos unir algunos seminarios, como lo venimos haciendo ya Mondoñedo y Santiago, para que esos objetivos se consigan y se asegure una solidez en la formación». «El objetivo final —dice el obispo— sería hacer un seminario interdiocesano que nos ayude a crear esa comunidad formativa para los futuros sacerdotes que les capacite para su misión. Y también se habló de la importancia de generar una cultura vocacional: los jóvenes se interrogarán sobre su futuro en la medida en que reflexionen sobre el sentido de sus vidas».

El objetivo de poner la mejor formación al alcance de los futuros sacerdotes

La Diócesis de Santiago de Compostela forma actualmente a 17 futuros sacerdotes, mientras que la de Mondoñedo-Ferrol cuenta con cinco. Todos ellos estudian juntos en Santiago, en San Martiño Pinario, aunque, más allá de lo estrictamente académico, ambas diócesis realizan un seguimiento constante, y personalizado, de la formación de sus futuros sacerdotes. En realidad, el seminario interdiocesano está formado por dos seminarios que, aun trabajando en estrecha colaboración y reuniendo a sus alumnos en un mismo espacio académico, son entidades totalmente autónoma.

Así, el seminario compostelano tiene como rector a Carlos Álvarez, mientras que el de Mondoñedo-Ferrol cuenta con su propio rector también, que es Juan Basoa. Aunque muy lentamente, el número de seminaristas (Mondoñedo acaba de ordenar un nuevo diácono, Salvador Calvo) está volviendo, poco a poco, a crecer. Cuestión que, sin embargo, no aleja la preocupación que ha llevado al papa Francisco a reunir en Roma, hace unos días, a los obispos españoles para trasladarles la necesidad de buscar soluciones nuevas frente a la falta de vocaciones sacerdotales en las diócesis hispanas.

Benito Méndez
Benito Méndez CESAR TOIMIL

El teólogo y profesor Benito Méndez subraya la importancia de «camiñar xuntos»

Lo dice el profesor y teólogo Benito Méndez, que ejerce la docencia en el Instituto Teológico Compostelano además de ser sacerdote y canónigo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol y director de la revista Estudios Mindonienses: «Desde o Concilio Vaticano II, todos estamos vocacionados, chamados, á perfección: é dicir, a dar testemuño do Evanxeo. Cada un no seu estado de vida, sen privilexios». «E por esa vocación común —recalca Benito—, tamén estamos todos chamados á participación na misión da Igrexa. Esta é a base teolóxica, que nos dá o Bautismo —apunta Méndez—, para camiñar xuntos, ou en sínodo».

Fomentar la participación

«A xente, hoxe —dice Benito Méndez, también—, está afeita a participar. Sobre todo co asentamiento das democracias en Occidente. É un signo dos tempos. Pero, en realidade, é o que xa se viviu na Igrexa desde os comezos: todo o tiñan en común. E tamén —comenta— resolvían os problemas entre todos». «Creo que as vocacions han de ter esta base teoloxica se se queren recuperar —dice, además, el profesor—. Habería que aprender, neste tamén e noutros aspectos —concluye Benito Méndez— doutras comunidades cristiás».

José Fernández Lago
José Fernández Lago ÁLVARO BALLESTEROS

José Fernández Lago: «Para ser sacerdote hai que estar cos máis necesitados e cos pés na terra»

«O mundo necesita cada vez máis vocacións sacerdotais, precisa ter esperanza e mirar máis lonxe» dice el deán de la catedral de Santiago de Compostela, José Fernández Lago, profundo conocedor de las Sagradas Escrituras y uno de los máximos impulsores del proyecto que ha permitido publicar ya cuatro ediciones de la Biblia en lengua gallega.

Fernández Lago cree que, a la hora de transformar la sociedad para que vuelvan a florecer las vocaciones sacerdotales, habrá que contar, sobre todo, con lo que de verdad sustenta a esa misma sociedad, que es la familia. Y al mismo tiempo cree fundamental no cerrar los ojos ante los grandes problemas de nuestro tiempo, estando siempre del lado de los que sufren, para poder darles «o que o mundo non lles ofrece». Quien quiera ser sacerdote, dice Fernández Lago, ha de tener claro en todo momento que, «como Xesús nos enseña», es preciso estar siempre del lado «dos máis necesitados». Y, además, «cos pés na terra».