Circunstancias y coincidencias

PONTEVEDRA

El alcalde de Pontevedra se reunió el 22 de febrero en Madrid con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera
El alcalde de Pontevedra se reunió el 22 de febrero en Madrid con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera MITECO

El fallo del Tribunal Constitucional libera a la Xunta para desarrollar la Lei do Litoral y certifica el adiós de Teresa Ribera, en medio del seísmo por el que pasa el PSOE

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Han querido las circunstancias que coincidieran, en estos últimos días, el fallo del Tribunal Constitucional que salvaguarda la Lei do Litoral de la Xunta de Galicia; el anuncio de la marcha de Teresa Ribera quien dejará el Ministerio de Transición Ecológica para ir de candidata al Parlamento Europeo, y hasta las dudas hamletianas de Pedro Sánchez para continuar como presidente del Gobierno, según nos comunicó de modo epistolar, y que no despejará hasta mañana lunes. No se trata de una asociación cualquiera de circunstancias. Decisiones del poder judicial son el pegamento que une esos tres escenarios.

La victoria jurídica de la Xunta frente al gobierno central en lo tocante a la Lei do Litoral, cuya constitucionalidad ha sido confirmada, otorga seguridad jurídica plena ya que será solo el gobierno autonómico de Galicia quien tenga plenas competencias en la ordenación y gestión de los usos del espacio marítimo-terrestre. La decisión del Tribunal Constitucional derrota las tesis del Gobierno central y, en particular del ministerio que aún comanda Teresa Ribera quien ya está amortizada para la política nacional, toda vez que es postulada como cabeza de cartel del PSOE para las próximas elecciones europeas. Una decisión que debería haberse destacado ayer en el comité federal de los socialistas pero que resultó opacada por el acto de aclamación a Pedro Sánchez. Con las subsiguientes réplicas en ciudades como Pontevedra, protagonizadas por militantes y simpatizantes ante las sedes locales. Todo ello con el propósito de «convencerle» para que continúe al frente de sus obligaciones de Estado, más allá de las diligencias judiciales abiertas sobre el papel de su esposa por presunto tráfico de influencias.

Crucial para la provincia

Desde la Confederación de Empresarios de Pontevedra hasta destacadas industrias del sector acuícola junto a portavoces del sector extractivo, se han felicitado por la decisión del alto tribunal que restituye a la Xunta y a la Lei do Litoral al lugar que les corresponde. Hasta que se ha conocido este fallo, sentían que la reglamentación emanada desde Madrid, conducía al patíbulo a más de doscientas empresas y miles de puestos de trabajo de la cadena mar-industria. Todo ello debido a una manifiesta ignorancia de la realidad de la costa gallega y del equilibrio entre la protección a la naturaleza y el amparo a actividades socioeconómicas como cetáreas, depuradoras, cerámicas, pero también otras edificaciones dedicadas a centros de salud y colegios.

En nuestra provincia, la guillotina legal de Madrid ponía en peligro incluso la economía de municipios enteros como Cambados donde había 150 inmuebles amenazados, varias inversiones millonarias en entredicho y hasta 2.500 familias que viven de la cadena mar-industria que estaban en incertidumbre ante su futuro.

Y también el futuro de empresas de referencia, como la única planta de suministro de mejilla para almeja y ostra autóctona que existe en Galicia, que está radicada en O Grove. Esta instalación, creada por Epifanio Campo bajo el nombre de A Ostreira, estaba atenazada por la legislación ministerial que impedía ampliar su parque de cultivo con una inversión de 3 millones de euros, a causa de la negativa de Costas del Estado a renovarles la concesión que ocupan en espacio marítimo-terrestre. Ignorando desde Madrid que esta planta abastece de mejilla a parques de cultivo y bancos marisqueros de 60 cofradías de pescadores y a más de 10.000 mariscadoras de Galicia. Un suministro crucial, ahora más que nunca, a causa de los niveles de mortandad de bivalvos por los extraordinarios aportes de agua dulce causados a nuestras rías por las ingentes lluvias desde octubre hasta marzo.

Sin Teresa Ribera

La victoria judicial de la Xunta aleja los riesgos que comportaban los criterios maximalistas de la Ley del Cambio Climático y el asfixiante Reglamento General de Costas con los que se maneja el Ministerio de Transición Ecológica. Por tanto, la circunstancia se presenta pintiparada para Galicia con el añadido de que Teresa Ribera no continuará al frente de esa cartera y que su salida conllevará un reajuste del departamento.

Ya veremos si continúa Hugo Morán, el secretario de Estado de Medio Ambiente y número 2 de Ribera en el ministerio, pieza clave tanto en la batalla jurídica contra la Xunta como en la beligerancia política y judicial que el gobierno de Sánchez mantiene contra Ence y su continuidad en la ría de Pontevedra, asunto que también dependerá del Tribunal Constitucional.

Por cierto, la salida de Teresa Ribera deja asuntos colgados en Pontevedra que deberá afrontar su sucesora —me inclino a pensar que se respetarán las cuotas y será mujer quien la sustituya—. Asuntos que trató con el alcalde en la entrevista mantenida en Madrid, el pasado 21 de febrero, donde se estableció «un clima de colaboración operativa», según la versión que nos trasladó el propio Miguel Anxo Fernández Lores. Aunque esa atmósfera de buen rollo apenas duró unas semanas. El tiempo justo en que se vino a saber que el Ministerio desestima continuar el paseo marítimo hasta Marín lo que motivó un sonoro cabreo del alcalde y la carta de protesta que envió a la ministra. A ver que depara la siguiente pantalla.