Patrocinado porPatrocinado por

Cenizas de difunto para dar vida a mares y océanos

raúl villa caro

SOMOS MAR

-

Una emprendedora andaluza pone en marcha el proyecto Valkirias del Mar, para crear con urnas biodegradables santuarios de arrecifes artificiales

28 mar 2024 . Actualizado a las 04:48 h.

El aparentemente inofensivo acto de lanzar cenizas de un difunto al mar puede acarrear una serie de problemas, tanto desde el punto de vista de la contaminación medioambiental como del de las sanciones económicas. Esto se debe a que, aunque en el proceso de incineración de una persona se eliminan prácticamente todos los restos orgánicos y metales pesados, lo que ocurre con frecuencia es que en esos lanzamientos, esas cenizas suelen ir acompañadas de otros elementos, como recipientes de metal, plástico u otro material no biodegradable. Es más, se han llagado a lanzar al mar hasta teléfonos móviles para que, según algunos, los muertos posean una vía de comunicación con tierra firme.

Este problema medioambiental se confirmó en 1992, el año de los Juegos Olímpicos de Barcelona, cuando dos buques de la Armada dragaron aquella zona del mediterráneo porque se esperaba mucho tráfico marítimo y se temía que pudieran quedar minas abandonadas de la guerra que pudieran provocar algún disgusto. Sorprendentemente, del resultado del dragado se extrajeron, en vez de minas, cuatro toneladas de urnas de metal que se encontraban alojadas en el fondo del mar.

¿Se pueden tirar las cenizas de un difunto al agua? Cada país establece su propia legislación al respecto y, en el caso de España, la costumbre de lanzar cenizas al mar está prohibida de manera general desde aquella época del terrible hallazgo. Únicamente se exceptúan aquellos casos en los que el vertido se lleve a cabo a través de una empresa funeraria que cuente con los permisos necesarios, previa autorización específica por parte de la Dirección General de la Marina Mercante (DGMM), en unas coordenadas determinadas de latitud y longitud.

La prohibición se apoya en dos reglamentos, sin perjuicio de las facultades de las comunidades autónomas de poder establecer normas adicionales. Por un lado, por los artículos 31 y siguientes de la Ley 41/2010 de Protección del Medio Marino, que prohíbe los vertidos que afecten a la composición del mar, la fauna, y la flora. Por otro lado, el real decreto 668/2022, por el que se modifica el reglamento general de Costas, aprobado por real decreto 876/2014. En concreto, el artículo 116 acota y limita los vertidos en el mar, definiendo cuáles son las autorizaciones necesarias para poder llevarlos a cabo.

Arrecifes y santuarios marinos

A finales del 2015, María Dolores Velasco, de la empresa andaluza Cenizas en la Mar, fue la primera persona en obtener las coordenadas y la autorización de la DGMM para poder llevar a cabo un depósito de cenizas en la mar, y en concreto a unas siete millas de la playa de La Caleta, en Cádiz. En la actualidad llevan a cabo más de cien depósitos al año. Pero Velasco no se conforma con esto. Cuando todo el mundo le decía que era imposible lanzar cenizas de manera legal, ella empujada por el espíritu de su padre, lo consiguió. Y ahora acaba de tener una idea innovadora, que ha patentado de inmediato. Se trata de una iniciativa única en España, para la instalación de santuarios de arrecifes bajo el mar.

Aunque la mayoría de los arrecifes artificiales están destinados a fines básicamente pesqueros, existen otras posibilidades como la defensa de la costa, el fomento de actividades deportivas o la recuperación y mejora de la biodiversidad de ecosistemas degradados. Y dentro de esta última finalidad, radica la iniciativa de Velasco. Su idea consiste en que cada urna biodegradable que contenga las cenizas se coloque en un depósito de piedra, y este se coloque en el fondo del mar, creando un santuario de arrecifes artificiales, con impacto medioambiental nulo.

Este proyecto, denominado Valkyrias del Mar, contribuirá directamente a la creación de arrecifes submarinos, y a la conservación de la vida marina. Con las cenizas de los difuntos se crearán monumentos de arrecifes artificiales que devolverán la vida a los océanos. En muy poco tiempo los arrecifes habrán alojado y refugiado a infinidad de especies a las que habrán ayudado a hacerse adultas y procrear.

Situación en Galicia

Hacia el mar, es una empresa que también ofrece ahora este servicio de arrojar cenizas en Galicia. Para llevar a cabo el servicio disponen de diferentes embarcaciones que se adaptan a cualquier ceremonia en función del número de personas que asistan. Poseen coordenadas para poder lanzar las cenizas en aguas de A Coruña, Ferrol, Vigo, Baiona y Sanxenxo.

Raúl Villa es doctor ingeniero naval, oficial de la Armada y capitán de la Marina Mercante.