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La pesca lanza un SOS desde Burela porque dice estar al borde del colapso

E. A.

SOMOS MAR

xaime ramallal

Las 25 entidades participantes en el Encontro Empresarial de Organizacións Pesqueiras piden un límite de resiliencia del sector como hay un máximo sostenible para los stocks

10 may 2024 . Actualizado a las 08:19 h.

El sector pesquero es claro ejemplo de resiliencia. De que es capaz de seguir Contra Vento & Marea, como han tomado por lema las XXXI Xornadas Técnicas Expomar, que ayer concluyeron en Burela. Pero no es inmortal. «El sector no lo aguanta todo». Y lo cierto es que está ya «en una situación de riesgo de ruptura y de no vuelta atrás». Lo suscriben las 25 asociaciones, organizaciones, cofradías y entidades del sector pesquero extractivo que han participado en el XXV Encontro Empresarial de Organizacións Pesqueiras, del que ha salido una decena de reivindicaciones, entre ellas la de que se dé preponderancia a los criterios socioeconómicos. Porque del mismo modo que para los stocks existe un rendimiento máximo sostenible, también hay un límite de resiliencia del sector pesquero al que ponen siglas: LRSP. Y debería observarse más, porque «cada unidad pesquera perdida es irrecuperable y desencadena efectos negativos multiplicadores en otros sectores económicos».

Como pedía anteayer la patronal pesquera, las organizaciones reunidas en Burela también consideran oportuno reclamar un cambio en la estructura política de la Comisión Europea y dar «un mayor protagonismo y defensa a la pesca, cambiando el rumbo de las políticas actuales, para reconocer como de interés prioritario superior a los sectores primarios de la Pesca y Agricultura».

El relevo generacional, en concreto su falta, es otra de las inquietudes del sector. Afecta a todas las flotas, por lo que es urgente «agilizar y flexibilizar las diferentes formaciones, facilitar contrataciones de tripulantes extranjeros en todas las flotas, armonizar titulaciones y competencias, convalidar títulos dentro de la UE y con otros países firmantes del convenio SCTW-F».

Competitividad

Las asociaciones del sector piden a las Administraciones una apuesta clara para defender la viabilidad y mejorar la competitividad de las empresas pesqueras, «eliminando barreras y los continuos obstáculos normativos y aplicando las medidas fiscales necesarias». En este sentido, reivindican igualdad de condiciones con otros países europeos en el IRPF y se ofrezcan, como en Francia, beneficios fiscales a los tripulantes. Cobrar cuanto antes las ayudas del 2022 por el incremento de costes podría ayudar, pero para salir del bache convendría «poner en marcha otras nuevas ayudas por la escalada de precios de combustible». Insisten en pedir el eliminación del IVA de los productos pesqueros y articular acciones de comunicación en positivo, «con la participación de todo el sector y con el apoyo de las Administraciones para conseguir mayor alcance y notoriedad e incentivar la promoción y consumo de los pescados y mariscos». Por su parte, el sector «se compromete a poner en marcha un grupo de trabajo para definir una estrategia común entre todos».

Revisión de la política pesquera

Las 25 agrupaciones coinciden en que hay que revisar la política pesquera común (PCP). Sobre todo revisar si se ha cumplido los objetivos que se pretendían hace diez años, porque la producción europea no ha aumentado y, sin embargo, la producción pesquera de flotas de terceros países, a pesar de tener unas exigencias inferiores a los productos europeos, sobre todo en términos sociales y ambientales, entra cada vez con mayor facilidad en el mercado europeo.

Reclaman, asimismo, normas más simples de aplicar y, sobre todo, de entender. El sector se ve sometido a un exceso de normativa, que emana de distintas instancias, que muchas veces son «incompatibles entre sí, o de imposible y difícil cumplimiento». La obligación de desembarque es un ejemplo, pero no lo es menos el nuevo Reglamento de Control, que si es difícil de comprender no lo va a ser menos de aplicar.

Las normas quizá fuesen un poco más inteligibles y aplicables si las Administraciones promoviesen un mayor diálogo y se abriesen más a la participación del sector. Podría empezarse por el desarrollo normativo de la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera, que empieza ahora, o de la futura Ley de Sanciones y Control.

Por último, las entidades del sector pesquero exigen que, a la hora de ordenar el espacio marítimo, se aplique el principio de precaución y se garantice la coexistencia de los diferentes usos, sin poner en riesgo la actividad pesquera y los ecosistemas marinos.

Las 25 entidades del sector extractivo que han firmado las conclusiones y reivindicaciones del Encontro son Armadores de Burela (ABSA), Asociación Nacional de Buques Bacaladeros (Agarba), la Asociación de Organizaciones Pesqueras Pesca España, la Cooperativade Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (Arvi), la Asociación de Armadores Pescagalicia-Arpega-Obarco, la Asociación de Armadores de Ribeira, la Asociación de Volanteros del Cantábrico Noroeste (Avocano), la Confederación Española de la Pesca (Cepesca), Cofradía de Pescadores San Juan Bautista de Burela, la Organización Europea de la Pesca (Europêche), la Asociación Europea de la Pescade Fondo (EBFA), Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Lugo, Fundación Rendemento Económico Mínimo Social e Sostible (Fremss), Lonxa de A Coruña, Organización de Productores Pesqueros de Buques Congeladores, Organización de Productores Pesqueros de Pesca Fresca de Vigo (OPPF-4), Organización de Productores de Pesca de Marín (Opromar), Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), Organización de Productores de Pesca de Altura de Ondárroa (OPPAO), Organización de Productores del Puerto de Celeiro, Organización de Productores Cooperativa del Mar Santa Eugenia de Ribeira, Organización de Productores Nacional de Palangreros de Altura y la Organización de Productores Pesqueros del Puerto de Burela, (OPP 7).