Covsa acaba el párking disuasorio de Domaio, que pasa de 28 a 75 plazas con un mirador a la ría

Ya hay un gran mirador con dos bancos con vistas a la ría y al puente de Rande. Solo le falta un merendero para completar la postal. La constructora Covsa ha finalizado las obras del aparcamiento disuasorio en la carretera autonómica PO-551, en Domaio (Moaña), que han supuesto una inversión de más de 877.000 euros por parte de la Xunta. Estas instalaciones disponen de 75 plazas, dos de ellas para vehículos conducidos por personas con movilidad reducida, y preinstalación de tres puntos de recarga para coches eléctricos e híbridos.

Toda la obra está terminada, salvo las conexiones para los cargadores eléctricos. Los obreros han ultimado el pintado de las rayas de cada plaza. Queda lista para su estreno. Ayer ya hubo vecinos de Moaña que se quisieron hacer una fotografía en el privilegiado entorno de vistas panorámicas que tiene diez arbolitos, dos bancos y una parada de bus con marquesina. «Hemos venido con una amiga de nuestra hija de París y queríamos hacernos una foto de recuerdo», cuentan Juan Nogueira y Marta Pena. «Hacia mucha falta esta aparcamiento porque el que había antes era muy pequeño», apostillaban.

En efecto, el que existía desde el 2015 tenía solo 28 plazas y era un ramal de carretera alrededor de un montículo de rocas propiedad de los comuneros. Hubo que volar 9.000 metros cúbicos de rocas para ampliar la explanada que ahora puede acoger más del doble de coches que antes. Son plazas necesarias para los trabajadores de Fandicosta, que ahora se ven obligados a dejar el coche tirado en la cuenta de cualquier modo porque en la factoría no hay espacio suficiente.

Las obras se iniciaron en agosto pasado con la preparación del terreno. A partir de ahí fue necesaria una prospección arqueológica y la correspondiente autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural. Por fin llegó y la ejecución se ha acabado con un mes de retraso. Será un punto más para compartir el automóvil.

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