Santi Acosta, presentador de televisión: «A veces estás y a veces no. Son las reglas del juego»

ALEJANDRA CEBALLOS

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«Los presentadores somos como la decoración de una casa: ¿No te gusta? Lo cambiamos», dice el comunicador, que ha regresado la noche de los viernes a la pequeña pantalla

28 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El periodista madrileño Santi Acosta (1968) volvió a la televisión nacional el pasado noviembre con De viernes. Durante el mes de marzo es el embajador, de la protección de la infancia en 12 meses, 12 causas, la campaña de Mediaset.

—¿Por qué la implicación con la infancia?

—Cualquiera de los 12 meses me hubiera encantado, y hubiera sido un honor, pero la infancia es la población a la que más hay que proteger, porque son las primeras víctimas en cualquier conflicto o catástrofe. Me parece fundamental su defensa.

—¿Qué deberíamos hacer como sociedad para garantizar infancias felices?

—Deberíamos velar por sus derechos, que puedan crecer en una familia estable y que haya ingresos en esa familia para necesidades educativas y nutricionales. Luego, evitar las causas que pueden dañar a los niños, porque ellos son las primeras víctimas de las catástrofes o los conflictos.

—¿Cómo recuerdas tu infancia?

—Tuve la suerte de tener una infancia tranquila. Mis padres me inculcaron valores que incluían ayudar, proteger y preocuparte por los demás, que en las prisas de la sociedad moderna lo olvidamos. Ser solidarios y preocuparte no solo por quienes están a tu lado, sino por los que están en nuestro entorno.

—¿En tu día a día estás involucrado con alguna otra causa social?

—Participo como socio en varias oenegés: Cruz Roja, Acnur y Aldeas Infantiles. Actualmente, colaboro como voluntario de manera más directa solo en la campaña de Plan Internacional, pero hay un montón de causas que merecen nuestro apoyo y nuestra ayuda.

—¿Cómo ha sido la experiencia con «De Viernes»?

—Es genial trabajar con Bea y el resto del equipo. Es un honor ponerle cara al programa. Además, es muy entretenido, cada día pasan cosas nuevas.

—La gente te veía en «prime time» con «Salsa Rosa» y, de repente, desapareciste. ¿Cómo se lleva eso?

—La verdad es que muy bien. La suerte de ser periodista es que puedes hacer mil cosas: desde montar en un F16, tirarme en paracaídas, entrevistar a un presidente o dirigir un equipo de informativos, o un documental. Los que presentamos tenemos el honor de ponerle cara a lo que hace un enorme equipo, pero lo otro también es apasionante. He tenido la suerte de estar en muchos sitios

—¿Esperabas volver a presentar?

—No lo sabía. Los presentadores somos como la decoración de una casa: ¿No te gusta? Lo cambiamos. Son las reglas del juego. Somos la cara, y las caras se cambian para mejorar. A veces estás y a veces no. No lo esperaba ni lo rechazaba, y la verdad es que ha venido muy bien.

—En «De Viernes» hay entrevistas complicadas, ¿es un programa difícil de llevar?

—Al final, las entrevistas duras son las que más aportan. Hemos tenido invitados que nos han contado sus problemas, y de esas historias aprendes sobre la vida, y es enriquecedor. Hay que hacerlo desde un punto de vista respetuoso, escuchando a los invitados. Eso es lo que intentamos hacer: entender.

—Has pasado de informativos a la crónica social y también has dirigido investigaciones, ¿qué formato prefieres?

—Los he disfrutado mucho todos… En el pueblo la gente abre su casa, su corazón; en el plató, comparto con gente que también abre su corazón… No sabría quedarme con uno. Es como elegir a alguno de mis hijos.