Beatriz y Manuel: «Co segundo fillo, aforramos 3.000 euros ao ano»

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Beatriz, Manuel y sus hijos Lúa y Antón, en un parque de Santiago.
Beatriz, Manuel y sus hijos Lúa y Antón, en un parque de Santiago. XOAN A. SOLER

Esta pareja ha notado el cambio de un hijo a dos en el gasto en escuela infantil: de 300 a 0 euros. Son una de las familias beneficiarias de las más de 32.000 plazas gratuitas para niños de 0 a 3 años en Galicia

28 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Conciliar es, en muchos casos, algo imposible, y en otros, un valor de coste elevado que no es fácil afrontar. Lo saben Beatriz y Manuel, que vieron un cambio grande al pasar de un hijo a dos. Pero no solo en cuanto al trabajo de criar a dos peques, sino también en el coste de la escolarización. Y en este caso, frente a lo que cabría esperar hace un par de años, el peso se aligeró, así que el cambio ha sido a mejor. Esta pareja de Santiago tiene dos niños, Lúa, que cumplió en diciembre 4 años, y Antón, que en mayo soplará la primera vela. «A nena entrou na escola infantil cando estabamos saíndo da pandemia do coronavirus, en setembro do 2020. Era unha época na que moita xente non quería mandar os nenos ás escolas infantís por medo ao covid», echa la vista atrás esta madre, que ha pasado de pagar 300 euros mensuales de guardería, con Lúa, a desembolsar 0 por acogerse al mismo servicio para su hijo Antón.

Bea y Manuel afrontan sin la posibilidad de la ayuda diaria de abuelos, que viven en Ourense, el cuidado de los hijos. «No noso caso non houbo dúbida en que, para conciliar, os fillos debían ir á escola infantil», dice esta mamá que trabaja de 8.00 a 15.00. Manuel es cocinero y tiene horarios «máis complicados».

Cuando llegó su primera hija, pidieron plaza en alguna de las escuelas del Concello y, al no conseguirla, optaron por un centro privado muy próximo a donde viven, en una escuela de Os Pequerrechos. A día de hoy, todas las escuelas infantiles de Galicia son, a efectos prácticos, gratuitas de 0 a 3 años.

«A Lúa nunca lle supuxo un problema ir á escola, sempre entraba moi contenta e saía moi contenta. E aprendía moitas cousiñas alí. Víñache contando as cores e dicindo os números en inglés! Desde moi pequeniña, cando nin sequera falaba, cantaba cancións...», dibuja aquella primera etapa Beatriz.

Del cole de pequeños, Lúa también se llevaba de vez en cuando a casa a Cachi, la mascota, un erizo de peluche que viajaba, durante el curso, de familia en familia de la mano de los peques.

A Lúa su padre la llevaba a la escuela a las nueve y media de la mañana. Y su madre la recogía a las tres y media, después de salir del trabajo. Las rutinas con Antón no han cambiado en este sentido. Los horarios se mantienen. Lo que sí ha cambiado, y mucho, es el gasto que les supone a estos papás que el más peque de sus niños vaya a la escuela y, en consecuencia, la conciliación de la vida familiar y laboral.

PRIMEROS EN MATRICULACIÓN

«Con Lúa gastabamos máis de 300 euros ao mes na escola. O custe dependía do mes, algunha vez era de 350, pero máis de 300 euros cada mes seguro», detalla Beatriz. «Que Antón vaia á escola infantil non nos custa nada, é gratis», subraya. «Isto fai que esteamos aforrando uns 3.000 euros ao ano. Antón fai o mesmo horario que facía Lúa, pero, como é bebé, aínda non emprega o servizo de comedor», añade la madre.

Hoy que la tendencia es al alza en los precios de casi todo, «300 menos de gasto na escola, que é unha necesidade, nótase moitísimo». «Eses 300 euros que aforramos ao mes estámolos gastando neles, en alimentación, en vestir, en pagar a calefacción, en pagar recibos».

La conciliación, según Beatriz, es una «selva» que medidas como la gratuidad de la escolarización los primeros años ayudan a regular y a transitar. «A escola infantil utilízase tres anos, así que a axuda para as familias é inmensa», considera Beatriz.

Desde que se implantó la gratuidad en la franja de 0 a 3 años, Galicia es la comunidad que tiene la mejor tasa de matriculación de España. Un 56% de los niños que están en esas edades van a una escuela infantil, lo que sitúa la comunidad diez puntos por encima de la media española, y muestra además que el aspecto económico era una barrera para muchas familias.

Hay gente que no cuenta con ese sostén de la red familiar. «E hai que deixar descansar aos avós. Hai quen nin pode recorrer a eles. No noso caso, se non houbese esta opción de ir á escola infantil, un dos dous tería que deixar o seu traballo para ocuparse dos nenos», comparte Beatriz.

Antón, ya antes de andar, sigue los pasitos de su hermana mayor. Va igual de «contento ao cole» que Lúa, cuenta su madre. La escuela es la misma, el ambiente familiar en ella también. «Con 9 meses, pode facer menos actividades que con 2 anos, pero eu vexo que é un neno que está esperto. Entra na escola moi contento e, cando o vou buscar, vén porque ten que vir... Vexo que está contento coas súas coidadoras, coas profes. Cando chegamos á porta pola mañá, el sempre quere entrar», dice Beatriz, que, cuando sale del trabajo, recoge a Antón, después a Lúa y luego comienza en casa la sesión de la tarde en familia. «Cando está papá, con papá e, se non, comigo... Tamén temos a sorte de que a tarde sempre a poden pasar comigo», valora Beatriz, beneficiaria de una medida pionera en el conjunto de España.

La Xunta de Galicia ha invertido este año 60 millones de euros para garantizar la gratuidad de las escuelas para niños y niñas de 0 a 3 años en toda la comunidad. El 5 de abril concluye plazo para acceder a más de 10.500 plazas ofertadas, entre las de la Agass (Axencia Galega de Servizo Sociais) y el consorcio (las públicas autonómicas). En el 2022, el Gobierno autonómico hizo gratuita la atención educativa para todos los niños en todas las escuelas infantiles, tanto públicas como privadas o de iniciativa social, lo que convirtió a Galicia en la primera comunidad española en aplicar esta medida para facilitar la conciliación, y hasta el momento la única.

Con el «cole de pequeños», Beatriz y Manuel salvaron la suya. En el caso de Lúa, con un desembolso mensual importante. En el de Antón, celebrarán, como con su hermana, que aprenda los colores en inglés, a dormir la siesta, a esperar su turno o a lavarse las manos. «Na escola, os maiores axúdanlles tamén aos máis pequeniños nalgunhas actividades», añaden estos padres, que podrán, con su hijo pequeño, gastar esos 3.000 euros anuales que ahorran en la escuela infantil en lo que necesiten o deseen más.